Antes de hacer una fecundación in vitro muchas parejas prefieren intentar la Inseminación Artificial (IAC), un procedimiento más barato pero con tasas más bajas de embarazo que la FIV.
¿Qué es la inseminación artificial conyugal?
La Inseminación Artificial Conyugal (IAC) es una técnica de reproducción asistida en la que depositamos semen capacitado de la pareja en el interior del útero.
Con la IAC, que se lleva a cabo durante la ovulación, depositamos los espermatozoides cerca de las trompas de Falopio, donde se produce la fecundación.
Requisitos para la IAC
Los principales requisitos para poder llevar a cabo la inseminación artificial conyugal son:
- El semen debe reunir un recuento de espermatozoides móviles-progresivos (REM) igual o superior a los 5 millones por ml.
- Las trompas de Falopio, o al menos una de ellas, deben ser permeables, es decir, que no estén obstruidas.
- Es recomendable que la edad de la mujer no sobrepase los 38 años. A partir de esa edad, la calidad del óvulo va disminuyendo de forma considerable. Aproximadamente un 70 % de los óvulos ya tienen anomalías cromosómicas, disminuyéndose las posibilidades de embarazo.
Es imprescindible cumplir con estos tres requisitos para que una pareja pueda hacer una IAC.
Recomendaciones para la IAC
La duración habitual de la estimulación ovárica es de unos 10 días. En este periodo se realiza una media de 3 o 4 ecografías transvaginales de control del tamaño folicular.
La medicación que se emplea para estimular el crecimiento de uno o dos folículos se administra vía subcutánea de forma diaria a partir del 2º, 3er o 4º día del ciclo menstrual si los ovarios tienen folículos de 10 mm o menos.
Cuando el tamaño folicular alcanza los 17-18 mm de diámetro, se administra un inductor de ovulación (en dosis única). De este modo, buscamos que la ovulación acontezca a las 36-38 horas, momento en que se realiza la Inseminación Artificial.
Aconsejamos realizar la inseminación con la vejiga llena, lo que permitirá valorar, con ecografía abdominal, el trayecto cervical y llegar con la cánula de la inseminación a la cavidad uterina que es donde se depositará el semen capacitado para facilitar la llegada de los espermatozoides a las trompas.
Una vez realizada la inseminación, aunque no es imprescindible, dejamos a la paciente unos minutos en reposo lo que le da a la paciente tranquilidad y confianza en el proceso realizado.
Ventajas e inconvenientes de la IAC
Entre las ventajas de la inseminación artificial conyugal destacamos:
- La sencillez de la técnica.
- La buena tolerancia a la medicación al emplear dosis bajas de gonadotrofinas para estimular el ciclo.
- Un precio mucho más económico que los ciclos de FIV-ICSI.
Entre los inconvenientes de este tratamiento de reproducción asistida podemos mencionar:
- Precisa de una prueba que confirme la permeabilidad tubárica, que en ocasiones no es bien tolerada por las pacientes.
- Las tasas de embarazo no sobrepasan el 13-18 % por ciclo.
- La nula información sobre el embrión que obtenemos en estos ciclos
Con la valoración de todos estos factores, habrá que determinar si la IAC es una opción para la pareja en tratamiento de reproducción asistida.
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