En la actualidad, existen avances tecnológicos que permiten estudiar el ADN del feto en sangre materna, sin ningún riesgo para la gestación, determinando con seguridad el Síndrome de Down y otras alteraciones cromosómicas, así como el sexo y Rh del feto.
Las técnicas de última generación nos permiten determinar si existen alteraciones cromosómicas del ADN fetal, específicamente las trisomías más comunes y que son responsables del Síndrome de Down (trisomía 21), Síndrome de Edwards (trisomía 18) y Síndrome de Patau (trisomía 13).
El valor predictivo positivo de esta técnica es prácticamente del 100%, superando ampliamente a las técnicas de screening utilizadas hasta el momento.
Dicha prueba no tiene riesgo alguno para el feto ni para la madre, pues sólo requiere una extracción de 10 ml de sangre materna, pudiendo realizarse desde la semana 12 de gestación y disponiendo de los resultados en torno a 21 días.
Unidad de Diagnóstico Prenatal de Ginemed clínicas
Estoy de acuerdo con el doctor alalzan
Con mi primer hijo, tuve que esperar mucho tiempo hasta poder hacerme la amniocentesis, y ahora veo que se pueden tener resultados sin necesidad de esperar tanto, y con una prueba que no asusta. Sólo han pasado tres años entre uno y otro y esto ha avanzado enormemente. Enhorabuena y gracias a todos los que hacen posible que tengamos un embarazo menos estresante.
Esto es fantástico!! con el miedo que me daba la amniocentesis, y ahora puedo tener los mismos resultados que con un análisis de los normales, sin que me pinchen en la barriga, y sin poner en peligro a mi niña.
Estoy totalmente deacuerdo con el Dr. Almazán, deberíamos aprovechar todos estos avances tan importantes
No sólo el Diagnóstico de Aneuploidías (por ejemplo el Síndrome de Down), en ADN fetal en sangre materna es un excepcional avance, al evitar o reducir de forma muy significativa las amniocentesis, sino que la determinación del Rh fetal supone un excepcional avancen en prevención de Isoinmunizaciones Materno-Fetales, lo importante ahora, es que estas preubas se utilicen, es decir, se prescriban, ya que denada sirve disponer de ellas y no utilizarlas. Algo parecido a lo que ocurre con la primera vacuna frente al cáncer, vacuna frente al virus del papiloma humano, que prácticamente no se pone, de lo que somos responsables, en gran medida los médicos.