Con solo 24 años y siendo aún estudiante, la periodista y presentadora sevillana Nuria del Saz, logró convertirse en la primera persona invidente que se puso al frente de un informativo de televisión de un canal que, años más tarde, se convertiría en el primero accesible para personas con diversidad sensorial funcional.
Su pasión y dedicación le han llevado a compaginar carrera profesional y faceta literaria, por las que ha recibido numerosos reconocimientos en el panorama nacional, muy vinculados con su compromiso con la igualdad.
Pero lo que marcó un antes y un después en la vida de la periodista fue, sin lugar a dudas, ser madre, como bien plasma en su tercer poemario, Matronalia, el cual está teniendo una gran acogida.
Hoy hablamos de la maternidad y carrera profesional desde una perspectiva diferente.
¿Por qué decidió escoger la maternidad como eje estructurador de su tercer poemario, Matronalia?
Los primeros poemas nacieron de la pura experiencia que estaba viviendo. Estaba deslumbrada por el torrente de amor que corría dentro de mí. Pero con los meses y la crianza, de forma ya consciente quise aprender más, descubrir más sobre eso que se llama maternidad y que desde que tengo memoria me latía dentro. Entonces escribí más poemas con la idea de publicarlos, algún día, con un fin: poner a la maternidad donde se merece dedicándole no un poema sino todo un libro.
¿Cómo logra compaginar carrera profesional, faceta literaria y maternidad?
Como cualquier mujer profesional, cubriendo las carencias y la falta de apoyo social y estatal con ayuda privada, familiar y mucho esfuerzo.
¿Cómo es ser madre con una discapacidad?
No es cómo ser madre, en concreto, sino cómo es vivir en general con una discapacidad. Siendo sinceros es complicado, siempre al límite del esfuerzo para tratar de llevar esa supuesta vida normal a la que todos aspiramos.
Usted logró ser madre gracias a la ayuda de la reproducción asistida. ¿Qué les diría a aquellas personas que aún no han dado el paso?
Es una decisión muy personal, sin duda. La reproducción asistida es una ventana de esperanza y de ilusión que se abre ante ti en momentos de desesperanza. Es lo mejor que pudimos hacer.
Como bien sabe, nuestra Fundación hace un gran esfuerzo en sus tres áreas concretas: formación, investigación y área social. ¿Qué piensa de esta labor que se realiza? ¿Cree que, en la sociedad actual, son necesarias este tipo de actuaciones?
Me parece un trabajo muy necesario. Aún muchos ginecólogos ignoran lo que la reproducción asistida puede hacer por las mujeres que desean ser madres y pierden o hacen perder un tiempo precioso a sus pacientes en lugar de presentarles las alternativas y posibilidades que tienen para lograr el embarazo. La investigación es fundamental para encontrar tratamientos menos agresivos para la mujer y el papel del hombre, el famoso factor masculino de infertilidad que podría evitar la hormonación de las mujeres que se hace casi por defecto comúnmente.
Finalmente Nuria, nos gustaría que enviase un mensaje de apoyo a esas parejas que acuden a Ginemed y donde, a través de la Fundación, buscan ayuda, consejo y atención para poder hacer realidad el sueño de ser padres.
Que no se desesperen, y esto lo digo con conocimiento de causa, porque lo viví en aquellos años. Estos tratamientos son una carrera de fondo, y hay que ir dando pasitos. Que les comprendo, que hagan de esa búsqueda medicalizada una época bonita de sus vidas. Leí recientemente que cuando te sometes a un tratamiento de fertilidad pierdes el control, y no estoy de acuerdo con eso. Tomas el control de tu cuerpo gracias a la profesionalidad de los expertos, buenos profesionales que van a poner su conocimiento en la consecución de vuestro milagro. Y que después recordarán toda esa etapa que se vive con tanta ansiedad y, hasta dolor, como el camino que más mereció la pena recorrer. Mucho ánimo.
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