Todo comenzó el día del aniversario de nuestra boda… ese día nos comunicó nuestro médico que no podríamos tener hijos de forma natural.
¡Se te viene el mundo encima!
Empezamos a visitar a diferentes profesionales de la ginecología, y nos realizamos varias pruebas para ver donde estaba el problema.
Nuestra primera experiencia en este mundo de la fecundación artificial fue negativa. ¿Cómo puede haber personas que se aprovechen de la desesperación de otros para lucrarse?
Afortunadamente, cuando se persigue un sueño y se pone mucho empeño, se van cruzando en el camino buenas personas que te dan muy buenos consejos.
Eso es lo que nos ocurrió a nosotros, un gran profesional nos aconsejó que acudiéramos a la clínica de reproducción asistida Ginemed Sevilla.
A la primera cita vas expectante, nerviosa, sobre todo después de la experiencia negativa que habíamos vivido.
Encontramos en la clínica un ambiente muy profesional.
Fuimos atendidos en la primera ocasión por el Dr. Pascual Sánchez Martín; en todo momento y con todo el historial que aportamos, nos comentó lo que había, cuál era la realidad y las soluciones que nos podía ofrecer: debíamos acudir a donantes.
Para nosotros no supuso ningún problema.
Pero claro, no siempre se resuelven los problemas a la primera…
Nuestros tesoros llegaron al tercer intento, hay que sumarle los dos intentos anteriores en otra clínica, es decir, a la quinta vez…
En el camino dejamos varios embriones que no proliferaron, me acuerdo de ellos y les doy las gracias por haber existido y por haber sido el preámbulo de mis hijos.
Recuerdo que tras el primer negativo en Ginemed tuvimos una consulta con el Dr. Pascual, era el día de nochebuena, nos dedicó más de una hora, y a pesar de la pena y la tristeza que teníamos, salimos de allí esperanzados y con muchas ganas de volver a intentarlo de nuevo. Muchas gracias por las palabras de ánimo que nos dedicó D. Pascual.
El último tratamiento fue desarrollándose con mucha normalidad, tan solo tres visitas a la clínica, siendo la última para la transferencia.
En esta ocasión nos atendió Dr. Fernando Sánchez Martín.
Para mi estos dos hermanos son como los Reyes Católicos: “Tanto monta, monta tanto…”
Me acuerdo que me dijo tras la transferencia: “quiero un positivo y lo vamos a tener…”
Y así fue, llegó el día…
Muchísimos nervios…
No me atrevía a ver el resultado, se me aceleraba el corazón por momentos y…cuando vi aquella cifra… 472.1, ¡no se me olvidará nunca!
Inmediatamente me puse en contacto con el laboratorio de Ginemed Sevilla para comunicar el resultado, y la persona que me atendió esbozó una leve sonrisa, me dio la enhorabuena y me dio cita para un mes después de la transferencia.
Con el paso del tiempo me di cuenta que esa chica se alegraba muchísimo de mi positivo, que no pudo reprimir la sonrisa que pude apreciar a través del teléfono… La satisfacción de que el trabajo de la clínica había dado su fruto…
Ya en la siguiente cita, por fin veríamos a nuestro futuro hijo/a.
Encantados de volver a ver a D. Pascual, cuál fue nuestra sorpresa cuando en la ecografía los vimos… Eran dos…
No pude reprimir mis lágrimas, éstas eran de alegría, después de haber llorado de pena cada vez que tenía un negativo… ¡Éstas eran de alegría…!
En ese momento pude ver sus corazoncitos latiendo, y los pudimos escuchar.
Fue el comienzo de una serie de momentos emocionantes que no terminan nunca, cada día es una emoción diferente…
Miro a mis hijos cada mañana y pienso en el maravilloso trabajo que hizo y sigue haciendo Ginemed, dando esperanza, ilusión, profesionalidad ante todo, y haciendo que nuestros sueños se hagan realidad.
Y solo tengo palabras de agradecimiento para tanta gente… para todos y cada uno de los trabajadores de Ginemed, y por supuesto para los donantes… que sin pedir nada a cambio, son capaces de ponerse en nuestro lugar, y regalar algo precioso… LA OPORTUNIDAD DE SER PADRES, ¡¡¡¡GRACIAS A TODOS!!!!