Seguramente has escuchado hablar de los pesticidas: esos productos químicos que se utilizan en la agricultura para proteger frutas y verduras de plagas e insectos. Gracias a ellos, los alimentos llegan a nuestras mesas en buen estado… pero no siempre libres de residuos. Y lo cierto es que cada vez más estudios señalan que estos restos, aunque estén en cantidades pequeñas, pueden acumularse en nuestro cuerpo y afectar a la salud reproductiva.
¿Cómo afectan los pesticidas al semen?
El semen no solo se mide por la cantidad de espermatozoides, sino también por cómo se mueven, su forma y la calidad de su ADN. La investigación científica ha encontrado que la exposición a pesticidas puede: reducir el número de espermatozoides, afectar a la movilidad y forma de los mismos, dañar su ADN al producir estrés oxidativo que rompe el material genético y puede afectar la viabilidad del embrión.
Un efecto altamente comprobado es el efecto de funcionar como disruptores endocrinos, es decir como imitadores de hormonas, entre ellas por ejemplo la testosterona, produciendo un bloqueo de esta hormona y otras, lo que afecta a la producción de espermatozoides o al desarrollo de los genitales en los embriones.
La fertilidad del hombre se puede ver afectada, cuando la calidad del semen baja, conseguir un embarazo puede ser más difícil. Se ha visto que los hombres con más exposición a pesticidas tardan más en lograr un embarazo, incluso en técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV), los embriones obtenidos a partir de espermatozoides más dañados tienen menos probabilidad de implantarse en el útero.
Riesgos de los pesticidas durante el embarazo
La mujer también puede verse afectada por la exposición, ya sea a través de la alimentación o del entorno laboral. Los estudios muestran que:
- Hay más riesgo de abortos espontáneos o pérdidas tempranas.
- Pueden aparecer problemas en el desarrollo del bebé, como bajo peso al nacer o malformaciones.
- Se ha visto mayor frecuencia de parto prematuro y retraso del crecimiento intrauterino.
- El daño en el ADN de los espermatozoides también puede transmitirse al embrión, influyendo en la salud del hijo incluso años después.

Consejos prácticos para reducir la exposición
No podemos eliminar los pesticidas de nuestra vida diaria, pero sí podemos minimizar su impacto:
- Lava y pela frutas y verduras antes de consumirlas.
- Prioriza los productos ecológicos, sobre todo en frutas y verduras que suelen contener más residuos (fresas, uvas, espinacas, tomates).
- Cocina los alimentos: el calor ayuda a reducir parte de los pesticidas.
- Si trabajas en agricultura o jardinería, usa siempre protección: guantes, mascarilla y ropa adecuada.
- Refuerza tu dieta con antioxidantes (cítricos, frutos secos, pescado, semillas), que ayudan al organismo a neutralizar los radicales libres.
- Evita el tabaco y el exceso de alcohol, ya que aumentan el daño oxidativo en los espermatozoides.
