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Viajar tras una FIV podría contribuir al bienestar emocional y aumentar las probabilidades de embarazo

7 de julio de 2025
  • Los altos niveles de estrés pueden afectar a la forma en que el cuerpo responde al tratamiento de fertilidad, provocar insomnio o alteraciones en la alimentación, entre otros
  • El descanso físico y emocional tras una FIV, que puede consistir en una escapada o simplemente desconectar en casa, es necesario para evitar la presión antes de la prueba de embarazo
  • El futuro de la medicina reproductiva apunta a un enfoque personalizado e integral donde el cuidado emocional de la paciente es parte esencial del tratamiento

Viajar tras una FIV para mejorar tasas embarazo

A veces, lo que más necesita el cuerpo tras un tratamiento de fertilidad no es solo reposo médico, sino descanso emocional. El estrés es uno de los grandes enemigos silenciosos en los tratamientos de reproducción asistida. Aunque “su impacto no afecta directamente a la calidad de los óvulos o embriones, sí puede condicionar el éxito del proceso al influir en la respuesta del cuerpo, el equilibrio hormonal y la adherencia al tratamiento”, advierte el Dr. José Miguel García Cebrián, ginecólogo de la clínica de reproducción asistida Ginemed Sevilla.

A ello se suma la intensa carga emocional que enfrentan muchas parejas desde el diagnóstico de infertilidad hasta la espera del resultado final. Afrontar un diagnóstico de infertilidad y transitar por las distintas etapas del tratamiento constituye un camino emocionalmente exigente, en el cual aumentan las probabilidades de un desajuste emocional1. En este escenario, cuidar el estado emocional del paciente deja de ser un factor secundario y pasa a convertirse en una necesidad primordial. “Tomarse unos días de descanso o realizar una escapada breve tras la transferencia embrionaria puede ser mucho más que un lujo. Unas vacaciones en el momento adecuado representan un acto necesario para continuar este proceso con mayor bienestar y equilibrio emocional”, asegura el ginecólogo.

Los altos niveles de estrés, además de afectar la adhesión embrionaria y la salud reproductiva, pueden provocar cambios como insomnio2 y alteraciones en la alimentación. Estos efectos no se manifiestan de igual manera a lo largo del proceso, ya que la carga emocional varía según la etapa que se atraviese. Los momentos de mayor tensión suelen coincidir con el inicio del tratamiento, la espera entre la transferencia embrionaria y la prueba de embarazo, así como la recepción de un posible resultado negativo. En este sentido, el acompañamiento psicológico y la aplicación de estrategias efectivas para reducir la ansiedad resultan fundamentales para sobrellevar el proceso de forma más saludable.

Una escapada para mantener a raya el estrés

Según explica el Dr. García Cebrián, a lo largo de su experiencia como ginecólogo ha observado que “los pacientes que se toman unos días libres o hacen una breve escapada tras la transferencia embrionaria suelen sentirse más relajados, sin ansiedad, y con una actitud emocionalmente más positiva”. Si bien no se puede afirmar que el viaje garantice el éxito del tratamiento, sí se reconoce una asociación entre descanso, relajación y mayor bienestar.

Por ello, recomienda a sus pacientes tomarse unos días libres, siempre que no impliquen grandes desplazamientos ni esfuerzos físicos. Puede ser un viaje corto o simplemente desconectar en casa. Lo importante es evitar la presión laboral o emocional en esos días clave. Y si viajar no es posible, existen otras formas de cuidar el bienestar emocional y contribuir a una vivencia más saludable del proceso.

Adoptar un enfoque integral que contemple el bienestar emocional como parte del protocolo médico resulta fundamental en los tratamientos de reproducción asistida. Actividades como la meditación, el yoga suave, la práctica del mindfulness, una alimentación equilibrada y el acompañamiento terapéutico pueden contribuir significativamente a mejorar la experiencia del tratamiento. El apoyo psicológico no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también permite afrontar mejor las frustraciones, fortalece la comunicación en pareja y prepara emocionalmente a los pacientes para cada etapa del proceso.

Hacia una medicina reproductiva más personalizada e integral

De cara al futuro, el especialista considera que los tratamientos de fertilidad evolucionarán hacia modelos más personalizados que incluyan, de forma estructurada, pautas de manejo del estrés. “Incluir la salud emocional dentro del protocolo será, sin duda, una parte esencial del éxito en los tratamientos de reproducción asistida”, apunta el especialista.

En este camino hacia una medicina más humana y completa, prestar atención al descanso, promover hábitos que favorezcan el bienestar mental y ofrecer acompañamiento emocional no deben entenderse como recursos complementarios, sino como componentes clave del proceso. Ya sea a través de una escapada reparadora, unos días de desconexión consciente o la práctica de hábitos saludables, cuidar la salud emocional es cuidar también las posibilidades de éxito del tratamiento.

 

Referencias:

  1. Veiga, M. C., Puccio, M. C., & Tamburelli, V. (2013). ¿Qué relación existe entre estrés, ansiedad e infertilidad? Reproducción28(3), 79-89.
  2. Sarrais, F., & de Castro Manglano, P.. (2007). El insomnio. Anales del Sistema Sanitario de Navarra30 (Supl. 1), 121-134. Recuperado en 26 de junio de 2025, de

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