En efecto, podemos evitar que nos acompañe a todas partes, ya sea adelantándola, atrasándola o simplemente no teniéndola.
¿Y cómo podemos hacerlo?Simplemente con anticonceptivos prescritos por su ginecólogo de referencia.
Atrás quedaron los tópicos “que si no quiero meterme hormonas”, “que si engordan”, “que si es necesario descansar”…
La anticoncepción ha vivido una revolución y nada tiene que ver con la de antaño. Ahora disponemos de múltiples variedades: anillo vaginal, parches, implantes subdérmicos, inyecciones intramusculares, DIU…y como no, ‘la píldora’. Pero no nos confundamos, dentro de “la píldora” también existen diversas posibilidades.
La anticoncepción hormonal oral (en pastillas) suele llevar dos componentes: un estrógeno y un gestágeno. Combinando distintas cantidades de estrógeno con diferentes tipos de gestágenos obtenemos diferentes ‘píldoras’. Así, aparte de ser anticonceptivas, cada una será más apropiada para determinadas situaciones o procesos coexistentes:
Mejorar el indeseable acné y el exceso de vello.
Cuando existe una disminución del apetito sexual.
Cuando los síntomas premenstruales son intensos: dolor de cabeza, alteraciones del humor, dolor de mamas,…
Mejor perfil lipídico y con ello menor riesgo cardiovascular.
Cuando se tiene tendencia a retener líquidos. Hay personas predispuestas a retener líquidos en las que influirá el estilo de vida que llevemos, si somos sedentarios, el tabaco, el estrés, la alimentación…Lo más conveniente sería un anticonceptivo que lleve el derivado de un diurético.
Ya no vale decir: “Yo es que tomé una vez las pastillas y me sentaron fatal”. Cada mujer es diferente a las demás, cada una con sus necesidades y preferencias. Por ello es mejor que pidamos asesoramiento para nuestro caso particular a nuestro ginecólogo y darnos así otra oportunidad.
¿Realmente conoces las ventajas de la anticoncepción hormonal?
Protege frente a:
Embarazo no deseado
Cáncer de endometrio
Cáncer de ovario
Cáncer colorrectal
Embarazo ectópico
Enfermedad inflamatoria pélvica sintomática
Pérdida de masa ósea
También ofrece protección, aunque en menor medida, frente a:
Quistes de ovario benignos
Patología mamaria benigna
Miomas
Endometriosis
Artritis reumatoide
Y como ya hemos ido comentando, reduce los síntomas menstruales (dolor en la ovulación, dolor abdominal, dolor pélvico, trastornos de la regla, reglas abundantes, anemia, hinchazón de mamas…), el acné, el exceso de vello, y los síntomas de la endometriosis y del ovario poliquístico.
Estoy segura de que no conocíais estos efectos benefactores de los anticonceptivos orales, porque habéis leído bien, también protegen frente a varios tipos de cánceres, algo que está totalmente demostrado.
Por tanto, es razonable que nos olvidemos de tantos tópicos y de las cosas malas que se escuchan. Es cierto que pueden aparecer efectos adversos, que en la mayoría de los casos no ponen en riesgo la salud de la mujer.
En cualquier caso, los efectos adversos y no deseados, se minimizan en la medida que su ginecólogo conozca toda sus historia previa, en las revisiones periódicas tan necesarias, para poder realizar el asesoramiento individualizado que cada mujer necesita, teniendo en cuenta la situación de cada mujer así como la enorme disponibilidad de anticonceptivos, con distintas vías de administración de los mismos.
Tu ginecólogo de referencia te asesorará y te indicará si eres candidata a poder beneficiarte de la anticoncepción hormonal y qué opciones se pueden utilizar, según tus características y preferencias.
Y no, no pasa nada por no tener la regla (siempre que sea por tratamiento hormonal) y como ginecóloga y mujer, os digo que es una gozada no tenerla y mucho más en determinadas circunstancias que nadie mejor que nosotras conoce.