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La Metformina, un fármaco que compensa.

2 de abril de 2014 · Elena Troncoso Dantas

La metformina es un fármaco clásico utilizado para los pacientes que padecen Diabetes tipo 2, y que desde hace más de una década numerosos estudios la relacionan con la fertilidad. La metformina es capaz de actuar a varios niveles del organismo: músculo, intestino, hígado y ovarios, mejorando el transporte y la sensibilidad de los tejidos a la insulina, y por tanto, disminuyendo la resistencia a la misma.

metformina En este sentido, entre el 30 y 60% de las pacientes con Síndrome de Ovario Poliquístico, cuyo principal problema es que la ausencia de ovulación, presentan resistencia a la insulina. Por ello, la metformina provoca en estas pacientes la correcta ovulación (aproximadamente un  60 % de los casos).

Además,  las últimas publicaciones al respecto demuestran su acción mejorando las tasas de embarazo y  ayudando a obtener mejores resultados en tratamientos de Reproducción Asistida.

Ante ello, a muchas pacientes le asaltan las dudas ¿es segura esta medicación? ¿podría afectar a mi salud?

La metformina es un fármaco seguro,  pero es frecuente que aparezcan algunos efectos indeseables a nivel digestivo, que aunque sin gravedad,  llevan a algunas pacientes a abandonar el tratamiento. Entre los síntomas transitorios más comunes, se encuentran las nauseas, diarrea o dolor abdominal. Son síntomas de resolución espontanea y que se minimizan al instaurar el tratamiento de forma escalonada.

Desde Ginemed les damos a nuestras pacientes unas pautas para tolerar mejor el tratamiento y llegar así  a nuestro objetivo:

1.      Tome la medicación junto con alimentos y/o después de las comidas.

2.      Inicie el tratamiento con dosis bajas, por ejemplo:

·        1º semana tome ½ comprimido al día.

·        2º semana 1 comprimido al día.

·        3º semana 1comprimido y medio al día.

·        4º semana 2 comprimidos al día.

Si con estas dosis refiere malestar puede comenzar el tratamiento con una dosis inferior y/o prolongar el tratamiento durante un par de semanas antes de cada incremento de dosis, para que el cuerpo se acostumbre.

3.      En ocasiones, el malestar aparece al subir la dosis, y es importante informar a su ginecólogo y  no abandonar el tratamiento por su cuenta. En estos casos, se recomienda  disminuir la dosis a  la dosis previa que toleraba con normalidad.

Es importante tener en cuenta que la metformina es un fármaco que necesita un periodo de tiempo para realizar su acción, y muchas veces los efectos beneficiosos no los encontramos hasta pasados tres meses del tratamiento.  Así que debemos de acompañar el tratamiento de paciencia y saber esperar, el resultado llegará.

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